Roberto C. Lecaros: "Es difícil que podamos crear nuevas audiencias si no nos dan los espacios para mostrar nuestro trabajo"
Roberto C. Lecaros se lanza con Puente:
A Roberto no le interesa andar quedando bien con la gente. Lo suyo es hacerse camino mientras trabaja también en su sello Animales en la Vía junto a Danae Toselli. A 2 años de la formación de su quinteto es que lanza su primer disco «Puente», oportunidad para conocerlo y saber qué piensa de la escena del jazz.
Roberto se siente parte de esa generación perdida de la dictadura, “No patees bolsas en el suelo que pueden ser bombas”, le decía su abuela, y en ese vivir con miedo, fue aceptando el estar piola. Hoy ya no es así. “Me gusta cuestionar y preguntarme el por qué no puedo hacer cosas”, dice refiriéndose a cómo ha experimentado esta actitud en el tiempo.
Sin ser obligado a estudiar música, al momento de elegir entre batería y piano, alternativa que ofrecía su padre, su hermano Félix se le adelantó. La primera parte de su historia musical es con el piano clásico y a los 21 años, después de retirarse de Arquitectura en Temuco, empieza a probar con el contrabajo de su papá.
“Para mi la música es un medio de conexión con algo más allá de lo físico. Te permite viajar y cruzar distancias en el instante”. Ese es el puente del que habla, y con el cual presenta este trabajo junto al quinteto que se completa con Cristian Gallardo, Alfredo Tauber, Mauricio Rodríguez y Matías Mardones. Afirma que no busca lo más complicado. «Voy armando ideas, frases, melodías que van adquiriendo forma de algo que podría ser un tema. Luego busco su armonía en el piano y voy jugando y viendo posibilidades», cuenta sobre este proceso creativo.
¿Cómo fue dándose lugar este disco?
La idea del disco estaba rondando hace tiempo, con temas escritos algunos para el Contracuarteto y otros para lo que sería este disco. No quería hacer un disco de jazz imitando a los norteamericanos o buscando elementos de la música latinoamericana -que me encanta- para que fuera más oreja, vendible y comercial. Mi música nunca la he escrito para agradar, toco lo que a mi me gusta y me hace vibrar.
¿Qué sabe el medio de ti?
Mmm nada, que soy el hermano contrabajista del baterista hijo del patriarca violinista.
¿El apellido pesa?
Antes me pesaba más porque sentía que tenía que demostrar si tocaba o no. Ahora me da lo mismo.
¿Qué significa ser productor para tí?
Una lata porque me quita el tiempo que debería estar usando para estudiar y tocar. Vivir en Chile solo de tocar jazz es imposible, por eso hay que hacer otras cosas paralelas. No tenemos la visibilidad y el reconocimiento que nos gustaría, pero creo que los que nos metemos en esto, sabemos los costos y asumimos el riesgo.
¿En qué condiciones habría que centrarse para desarrollar una escena musical que sea más inclusiva con el jazz?
El jazz tiene diferentes estilos con los que la gente se identifica más, como el swing, gypsy, tradicional, moderno, fusión, Dixieland. El público de Jazz es heterogéneo y ha crecido bastante comparado a lo que era hace unos años. Pienso que todas las iniciativas que apuntan a la difusión de la música chilena como ferias, encuentros, festivales, premiaciones, radios, están centradas en el pop, en el mainstream, más que en la calidad artística y aporte cultural. En las ferias de música deberían incluir presentaciones de jazzistas en los escenarios principales y no dejarnos relegados a escenarios y a horarios pencas que más encima no son remunerados. No traen programadores ni especialistas a ruedas de negocios que tengan que ver con la escena. Es difícil que podamos crear nuevas audiencias si no nos dan los espacios para mostrar nuestro trabajo. Desde esa falta de apoyo por parte de la industria musical, es que los mismos músicos hemos ido generado espacios, sellos, escuelas, festivales y ciclos para la difusión de este género.
¿Cómo te metiste en producción?
Como hay pocos lugares, hay que gestionar espacios para tocar, buscar nuevo público, atraer otro público. Hay harta gente que quiere hacer cosas, pero pocos se atreven. «Hagamos el sindicato, una nueva SCD», pero todos reclaman y pocos se mueven. Por eso creamos el sello. Parte como un colectivo. Empiezas con 3 o 4 proyectos, pides un precio para sacar las producciones, y comienzas a buscar formas. Mi papá siempre estaba armando cosas: clases, festivales, seminarios, entonces sé de ahí cómo funciona el asunto.
¿Qué opinas del nivel de profesionalización de los músicos?
Uff hay de todo en la viña del flaco inri. Valoro enormemente que haya mucha gente que quiera hacer música y vivir de ésta, pero hay que prepararse como cualquier otro oficio. Obviamente existen excepciones en todos los estilos, pero lamentablemente la calidad de la gran mayoría de los proyectos no es buena y esto pasa porque no hay una educación musical de calidad desde chicos, que te exija una mínima preparación. Tenemos consumidores y creadores zombies de música basura la cual no requiere tener un oído entrenado para escucharla ni buen gusto para hacerla, es un círculo vicioso. Envidio eso si, el nivel de despliegue de producción de estos productos. Los músicos que tocamos jazz somos muy hippies. No nos preocupamos de tener una puesta en escena y varios no se hacen respetar cuando las condiciones laborales no son buenas. Lamentablemente siempre va a ver gente que va a ir a tocar a un lugar por un moco y una chela mientras tenga donde tocar.
¿Por qué destacan los músicos chilenos?
Aparte de que se lo toman todo… Jajaja… Destacamos porque no somos capaces de asociarnos y trabajar en conjunto para lograr y exigir cosas que nos beneficien a todos. Cada uno cuida sus propios intereses y conveniencias. Somos desordenados y egoístas. Cada uno por su lado. Y musicalmente hablando, visto desde mi perspectiva de lo que suena en las radios, pienso que hay propuestas que destacan por el mal gusto, la no creatividad y la cero formación musical. Siento como que esta de moda ser músico sin serlo, no le toman el peso a lo que esto significa. De allí que nos tildan de quebrados. «Se creen la raja porque improvisan», se dice, pero yo no me siento mejor porque toque jazz.
¿Qué es lo que sonoramente te atrae del lenguaje del jazz? ¿Y en qué proyecto te ha gustado más participar?
Me atrae la calidez de sus instrumentos, su libertad, la inmensa posibilidad que ofrece para expresarte. Sobre los proyectos que he participado hay varios, destaco a Contracuarteto, al proyecto del saxofonista Diego Manushcevich y a DAZ, del guitarrista Diego Aguirre.
¿Cuáles dirías tú que son las áreas que están trabajando con Animales en la Vía?
Con Animales trabajamos la producción y edición de discos, y la difusión en diferentes plataformas como la audiovisual, radial y virtual. Además de la creación de eventos formativos y presenciales para la creación de audiencias para el jazz, como giras, ciclos, conversatorios, festivales, clínicas y talleres.
¿Qué te ha permitido el hacer un programa de radio?
Me ha permitido no solo difundir artistas del catálogo y su trabajo en un horario que no sea el nocturno. Personalmente, el programa me ha servido para trabajar mi vergüenza y el miedo al ridículo. Animales al Aire es mi terapia de 16 a 17hrs. de los días martes. (Escuchar online por http://radio.injuv.cl/ )
Antes te pregunté qué sabía el medio de tí. Ahora me pregunto ¿Qué debemos saber de Roberto Lecaros?
Que las cosas que pienso, las digo. No soy de los que te soban el lomo para luego traicionarte. Si algo me parece mal te lo haré saber. No soy un maricón sonriente.
- Lanzamiento disco «Puente»
- 13 de Agosto / 21hrs. / Sala SCD Bellavista
- Entradas: $5.000 General $3.000 Estudiantes