JAZZ Y POESÍA Si el jazz es el estilo musical del Swing, en inglés columpiarse, el disco de Diego Aguirre es precisamente eso, un vaivén ininterrumpido, donde cada una de los temas deja leerse bajo las claves de un balancearse en el agua, balanceo suscitado por una música impregnada de espontaneidad y fluidez, que al mismo tiempo va intercalándose con poesía. El verso “Por mi pieza pasa un arroyo” que da comienzo a uno de los temas, da cuenta de este flujo sonoro, cuyo transcurso puede dar lugar a este balanceo, pero también a que empiece la tormenta. No en vano el título del disco es “Autos de mar”, autos en los que nos embarcamos para recorrer los sonidos de la ciudad que aquí se transforman en un paisaje marino: “La ciudad está rebalsada de agua salada”, enuncia el poema “Automóviles de mar”, poema que da título y unidad a este trabajo. Del mismo modo en que los diversos afluentes conforman un mismo río, confluyen en este cuarteto, formando un todo orgánico, la poesía con la música escrita, la improvisación y los sonidos grabados que registran el amplio paisaje sonoro de la ciudad, desde autos hasta fuentes de agua. DAZ cuarteto integrado por Diego Aguirre, Matías Mardones, Roberto Carlos Lecaros y Diego Manuschevich, aparecen ahora más consolidados, después de “Esa puerta”, el disco anterior, también parte del creciente catálogo de “Animales en la Vía”, y que esta vez cuentan además, con la notable presencia del violín en manos del maestro Roberto Lecaros. En este álbum se muestra ahora un mayor y más profundo trabajo en las composiciones. Los espacios de improvisación están más controlados, para dar lugar a una cautivadora cohesión entre la música y los textos poéticos. Una de las mayores originalidades de este disco radica en que a ratos la poesía pareciese tomarse el rol del solista. Por ejemplo en el tema “Mi baño queda en Alaska”, la voz que recita cumple la función de un solo de palabras hechas verso. De allí surge la novedosa propuesta que apunta a unir el jazz con la poesía, dos cosas que parecieran distintas, pero Diego Aguirre nos muestra que no son sino lo mismo.