Michel Durot: “Chile es el país más facho del cono sur en este momento”

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Michel Durot: “Chile es el país más facho del cono sur en este momento”

El trompetista Michel Durot comenzó su trayectoria musical en dos míticas agrupaciones ochenteras: Primeros Auxilios y Electrodomésticos. Desde entonces su camino se ha vinculado a la experimentación y a un trayecto musical que le ha llevado a ser uno de los exponentes reconocidos del Nu jazz y que hoy le llevan a liderar el proyecto Mente Calva.
Hijo de padres franceses que se conocieron en Chile, su primer instrumento fue el teclado y llega a la trompeta casi de forma accidental. Estando en Italia, decide comprarse un instrumento con cien dólares, siendo una trompeta china con la que se sumerge en un intento por estudiar formalmente. Le dijeron que llegó 10 años atrasado y con el peso de ese rechazo buscó avisos de clases en el diario. Es quizá desde ese lugar de forjar el propio camino, que Michel Durot tiene enraizada con fuerza la palabra libertad, donde precisamente se expresa Mente Calva como un proyecto que incluso no quiere revelar del todo, o al menos no aún.
Por Gabriela Álvarez / Foto: Danae Toselli
Cuéntanos qué ha sido Mente Calva
El proyecto surge hace más de 10 años y ha tenido varias formaciones. Los dos discos anteriores son bien distintos a éste porque depende mucho de la gente con que trabajo. La línea de composición la llevo yo, pero siempre he sido permeable. No impongo, sino que cooperamos.
¿Dirías que es música experimental?
Es más bien comunicación porque lo que te enriquece es tocar con otras personas. Alguien que viene de otro lado, con otra forma de comunicarse, te obliga a aprender lo que te está transmitiendo. Y por otro lado diría que tiene que ver con la máquina en el tiempo, la duración de la obra que define la máquina. Sea un loop, una pista, un sonido, un pattern, cuando el beat de lo que está haciendo lo lleva un tercer elemento externo que es una máquina, que podría ser un metrónomo. Eso va definiendo una línea de tiempo y eso es una mente calva.
Y esta etiqueta del nujazz ¿qué es para ti?
Es una pesadilla (risas). Me la sopló el Mauro Araya, que ahora vive en Colombia. Él forma parte de una generación que ha escuchado mucha música. Investigué un poco y es un jazz electrónico. Trompeta con efecto, con loop y es bien visual además.
Muchas historias son las que puedes contar de una época particular, musical y culturalmente, hasta hoy que relanzas un proyecto como Mente Calva
Cuando nosotros entramos en dictadura se prohibió una serie de música. Somos gringos culturalmente, y desde que volvimos a democracia eso no ha cambiado mucho. Por eso eran pocas las bandas en los años 80 y eso es casi anecdótico con respecto a lo que está pasando ahora, donde hay mucha música pero las líneas programáticas son las mismas. Es bien complicado dar a entender que lo que la gente escucha no es lo que quiere escuchar.
¿Y eso a qué se debe?
Porque hay un condicionamiento gigante, y eso hace que ciertos estilos agonicen. A nivel de sobrevivencia no de creatividad.
¿Consideras que en la industria musical hay cabida para todos?
Sí existe una industria pero no es nuestra y no deja nada aquí, entonces no hay cabida para casi nadie. Cuando viene este logro del 20% de música chilena en las radios se trata de un gesto, simbólico, pero que no tiene ningún efecto real. Aquí hay un problema que se produce en dos cosas. Primero que los medios de comunicación están en manos de pocas personas, y el arte parece que no tiene cabida, como si no nos perteneciera. Nosotros somos los últimos en la lista. Somos tantos que tenemos que organizarnos y los ministerios tienen que estar en manos de gente idónea, no de cargos políticos como ya sabemos. Si pones artistas en los directorios, los contenidos y condiciones cambian.
Hay que entender que no podemos cambiar el hecho de que los medios estén en manos de unos pocos pero sí lo siguiente, y es que no porque seas el dueño de la pelota vas obligarme a ver la película que tú quieres. La cultura tiene que ver con nuestra libertad, hay todo un mundo que subliminalmente están obligando a comprar y eso viene hasta en la letra chica de los tratados de libre comercio. Sin embargo, nosotros tenemos que pagar por cualquier cosa que compramos, el royaltie, la patente…
En otros países la música local está más arraigada. ¿Hay una negación de la propia identidad aquí?
Claro, si la identidad la tenemos. Si te bajas de la tele, las plataformas, la apariencia, te encuentras con el jazz, la electrónica, con lo ritual, lo ceremonial. La cultura está pero taponeada. Chile es estratégico para que no se unifique Latinoamérica. Chile es el país más facho del cono sur en este momento, por su forma de política. Cuando Allende salió fue el primer presidente socialista electo del mundo, y ahora sabemos que todo tiene su consecuencia. Desgraciadamente hay una gran cantidad de gente que no está ni ahí, porque nuestros medios de comunicación son ineficientes. La televisión es la cajita que la lleva, lo que pasa por la tele es la verdad, eso funciona. Cuando vemos que hay distintas posiciones dentro de los medios de comunicación crean una falsa posición de que hay como bandos, pero en el fondo los principales opositores no estamos representados ahí. Es como lo que siento con el Teatro a Mil, que primero partió con unas intenciones y ahora tiene otras. Es financiado por el enemigo y satisface a los intelectuales de turno por un rato, y pasan los años y esto no cambia. Sales en la tele por 30 segundos y eso vale más que 100 conciertos.
¿Qué se puede encontrar el oyente en este disco?
Yo soy bastante sintético para los nombres. Petrushcab es un uber en Moscú, y Bustamante tiene que ver con la dinámica del parque, su intensidad. La mayoría de los temas tienen que ver con algo visual. El disco fue mostrado por primera vez en Algarrobo y es una propuesta en varios sentidos. De hecho hay algo que no puedo revelar aún, pero les invito a escuchar la música de Mente Calva para saber de qué trata.

  • Mente Calva – Lanzamiento disco «Encuentros».
  • 7 de Septiembre / 22:30hrs. / Thelonious, Lugar de Jazz.
  • Entrada $3.000.-